jueves, 24 de noviembre de 2016

Modelo de situación del caso 2: alumna nº 24.

Introducción al caso:
El supuesto que nos proponen, es sobre un grupo de niños y niñas de 11 años, que situamos en 6º de educación primaria. El porcentaje de niñas es más de la mitad de la clase. Veintiocho niños y niñas han contestado al test, y los resultados que nos muestran, que hay un ambiente normal, de conductas normales entre todos los integrantes, y que no hay conflictos. Incluso, el porcentaje de respuesta es mayor a la cuestión de que todos tienen algún amigo en su clase. Expresan que se puede dar clase con normalidad y tranquilidad, es decir, que se puede estudiar, pero un porcentaje de niños y niñas, opinan que ha indicios de que se presenta algún conflicto entre compañeros.

Otro dato que tenemos son los alumnos más respetuosos y que más ayudan, de los que en un futuro inmediato, pondremos a hacer la tarea de alumno prosocial, ( nº12, 19, 1 y 4). En el lado opuesto, hay dos alumnas, (nº 24 y 14), que sobre todo, la alumna 24, tiene un riesgo algo de acoso escolar, y se presenta un autoinforme de esa causa, además de estar avalada por 20 niños/as que han presenciado ese acoso como testigos.

Situación de la alumna 24:
Lo primero repetir, como  hemos dicho antes, que hay testigos del acoso hacia la niña nº24, y que ella misma afirma que lo lleva muy mal. Un alto porcentaje del grupo no quiere sentarse con ella, y no quieren estar con ella, con lo cual, está sola, aislada y rechazada por el grupo. Se propone que haga actividades para controlar la impulsividad (porque la niña es muy impulsiva), y también de habilidades sociales (se meten con ella porque les gusta y porque discute bastante).
En el sociograma, vemos que la nº 24 no tiene ningún amigo, y así puede que se produzcan las agresiones, que son tanto verbales como físicas, e incluso en algunas ocasiones, también utilizan las redes sociales y las nuevas tecnologías.
Como conclusión, decir, que tras haber revisado los datos que nos da el informe, se puede expresar que hay un claro caso de acoso, por la elevada frecuencia de los hechos, porque la niña 24 afirma que lleva varios meses con esos acosos, y porque los testigos afirman que es intencionadamente.
Nos dice la niña, que con su compañero de mesa se lleva bien, y eso lo debemos tomar como un punto a favor, ya que junto con el amigo prosocial, podemos hacer que vaya mejorando su situación de acoso, y que vaya integrándose en el grupo.

Intervención en el caso de la alumna 24:
Tenemos que tener una actitud activa de intervención y prevención con el caso de la alumna nº 24, tener entrevistas y charlas con ella, que nos cuente lo que le pasa, que nos exprese sus sentimientos ante los hechos que le ocurren. Además, le ayudaremos a buscar a los niños prosociales, y también a su compañero de mesa, alejándola del aula de los niños y niñas que se provocan la situación de acoso.
Deberemos intentar radicar las agresiones de cualquier tipo para con la niña, que siempre esté acompañada de al menos un alumno o alumna, y que evite los lugares en los que pueda estar más expuesta a las agresiones.
Hacer reuniones con los alumnos, tratar los temas en la tutoría, preparando videos o noticias, y haciendo debates para ponernos en el lugar de los acosados, y hacer ver a todos los niños y niñas que puede pasar ante situaciones como la que está sufriendo la nº 24. También prepararemos actividades en el aula para trabajar las habilidades sociales (valores, autoconcepto positivo, afinidad, emociones, rebajar la tensión y la ira), para que la niña empiece a relacionarse con los niños y niñas, primero con los que tienen más afinidad, y luego ir incorporando a todo el grupo de alumnos.
En las reuniones generales de padres, trataremos este tema de forma general, y de forma más individual con las familias implicadas en el problema de clase, hacerles ver lo que ocurre en el aula, y ser un equipo entre todos, y rebajar toda la tensión y los problemas de los niños, relacionadas con la nº 24.

Conclusiones:
Pasado un tiempo prudencial, retomaremos las reuniones con los niños y niñas implicados en el caso de acoso, sobre todo con la niña nº 24, para ver la evolución de su problema, y para hacerla ver que estamos a su lado, que puede confiar en nosotros.
Hablaremos con los niños que la están ayudando, viendo si necesitan ellos alguna cosa para mejorar en las relaciones sociales que están teniendo con la niña. También hablaremos con los niños que han provocado el acoso, y hablaremos con ellos sobre los problemas que se les pueden ocasionar si siguen teniendo esa actitud con la niña nº 24, e intentaremos trabajar aspectos como los valores y la empatía con todos los niños y niñas.

También hablaremos con el resto de profesores que dan clase en el grupo, para que entre todos, valoremos cómo avanza la situación de acoso, tanto en el aula, como en los pasillos o en otros lugares del centro, si disminuye el acoso y la cosa se tranquiliza, o si por el contrario, sigue igual, con lo que tendremos que tomar alguna medida disciplinaria, recogida en nuestro plan de convivencia del centro, y en nuestro reglamento de régimen interior.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Caso convivencia 1: Educación Primaria. Adrián.

- ¿Estos hechos pueden considerarse como acoso?
En mi opinión los hechos narrados deben tenerse en cuenta, para dejar claro que puede ser un principio de acoso contra un niño, con unas circunstancias (recién llegado al centro, tímido) que pueden hacer que otros niños como Félix le hagan ese tipo de acoso. 

- ¿Qué documentos o planes del centro deben contemplar y tener previstas este tipo de conductas?
En mi opinión, Usaremos el Reglamento de Régimen Interno y el Plan de Convivencia, y en la tutoría, hablar con todos los alumnos/as para poder recoger información y saber mejor cómo actuar ante estos hechos.

- ¿Qué te parecen las reacciones del jefe de estudios y de la tutora?
Creo que tanto el jefe de estudios como la tutora, tenían que haber recogido más información, tenían que haber puesto el foco en lo que sentía el niño, y hablar con él. Tenían que haber hablado con el resto de los niños y niñas de la clase, y proponiendo actividades que sean más participativas dentro del aula, haciéndole juntarse con niños y niñas más afines a él, y no haciéndole participar en el recreo con los niños que le están causando esos problemas.

- ¿Qué medidas educativas y/o disciplinarias podrían activarse ante estos hechos?
Bajo mi punto de vista, creo que se pueden tomar las siguientes:

Hablar con el grupo clase en acción tutorial, proponiendo videos, actividades o juegos de integración, alabando las virtudes de cada uno, incluido Adrián, y evitando problemas de acoso, para intentar buscar alguna solución al problema. Hablar a través de debates, sin nombres, de casos similares que se conozcan, para sensibilizar a todos los alumnos/as del problema en cuestión. Si llegase el caso de que Félix sigue teniendo esa conducta con Adrián, y la cosa va en aumento, tomar las medidas de sanción necesarias para que se intente cortar el acoso por parte del niño acosador.

- ¿Qué opinas sobre los comportamientos de los alumnos?
Opino que se debería hablar con los alumnos/as, con alguno de ellos de manera individual, para intentar sacar la máxima información, y poder poner fin a ese comportamiento, porque así, sin la presión que puede ejercer Félix sobre esos niños, ellos se abrirán y expresarán lo que sienten, y lo que pasa con el problema, y así no poder poner de chivatos a los que están haciendo lo correcto con Adrián, que es contar una situación de acoso. Como docentes tenemos que saber atajar estos problemas con dialogo, con mano izquierda y también saber dar la importancia necesaria a las cosas, y esto creo, que tiene mucha importancia, porque puede que con el tiempo, se dilate y en vez de un acosador, pueda haber más niños/as acosadores con otros alumnos.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Qué importancia tiene la convivencia escolar en los centros actualmente

La convivencia en el aula, es responsabilidad de todos los que estamos dentro de ella, es decir, de toda la comunidad educativa. Debemos tenernos todos un respeto mutuo, y un sentido de la ayuda también mútuo, que implique la capacidad de todos para  entendernos, de valorar y aceptar las diferencias de cada uno, los diferentes puntos de vista.
    La convivencia es un aprendizaje más de nuestra escuela, ya que se enseña y se aprende a convivir, porque todos dentro del colegio, debemos interactuar con los integrantes de la comunidad educativa: entre iguales y con los adultos que rodean al niño y la niña. Si ellos ven que los profesores y los padres, dialogan comentan y se dan un respeto y una atención de igual a igual, estamos fomentando que ellos lo acaben haciendo, en un aprendizaje por observación de forma natural.

Todos los que nos dedicamos a la enseñanza, consideramos fundamental una buena con vivencia en el colegio, y tenemos que lograr que nuestros alumnos también la consideren importante, porque si conseguimos una buena convivencia y un buen clima en el aula, será mejor para todos, y se evitarán los conflictos que puedan surgir, además de mejorar el rendimiento académico del grupo clase. También mejoraremos las relaciones entre nuestros alumnos.


Creo por tanto, que debemos esforzarnos como tutores y maestros de nuestros alumnos y alumnas, a crear ese caldo de cultivo que haga que el aula sea un lugar de convivencia y de “buen rollo” entre todos los que trabajamos con niños y niñas.